Monday, May 28, 2007
Horas muertas

Es la penumbra que se escapa de un pequeñísimo rincón; la sensatez que no deja de pasear sus sucios dedos por el borde de la sábana.
Es el sabor dulzón de la mañana y el arrepentimiento empapado de horas nocturnas.
Es la razón por la cual no nos hemos atrevido a soñar; el motivo que nos ha obligado a brincar de invierno a invierno.
No nos queda sino el solsticio para los minutos muertos.
Son las variaciones en el tiempo y el espacio; los astros que chocan en el universo y lo modifican todo.
Son las bipolaridades que saben a azúcar con sal; el cartucho que se corta en el centro de una mueca torcida.
Es el camino que siempre lleva de vuelta; los pasos que caminan hacia atrás.
Es el resplandor del lenguaje amordazado sin mesura; las sonrisas que se esconden tras un par de labios disecados.
Es el principio y el final; la distancia ampliada a discreción; el murmullo acallado a golpes secos.
Es el sabor dulzón de la mañana y el arrepentimiento empapado de horas nocturnas.
Es la razón por la cual no nos hemos atrevido a soñar; el motivo que nos ha obligado a brincar de invierno a invierno.
No nos queda sino el solsticio para los minutos muertos.
Son las variaciones en el tiempo y el espacio; los astros que chocan en el universo y lo modifican todo.
Son las bipolaridades que saben a azúcar con sal; el cartucho que se corta en el centro de una mueca torcida.
Es el camino que siempre lleva de vuelta; los pasos que caminan hacia atrás.
Es el resplandor del lenguaje amordazado sin mesura; las sonrisas que se esconden tras un par de labios disecados.
Es el principio y el final; la distancia ampliada a discreción; el murmullo acallado a golpes secos.
Fotografía: Lilya Corneli
Noemí Mejorada at 11:19 PM
1 Comments
- at 2:52 PM said...
esta muy chidocon lo de los comentarios att. su estudiante mas kerido haniel jajajajaja