Friday, May 04, 2007

Tintineo

Otra vez suena el torrente sobre el tejado; suena fuerte, y yo bajo las escaleras para observar la lluvia desde la ventana. Corro la cortina y la humedad empaña el cristal. A lo lejos puedo observar la silueta de un hombre que camina lentamente. Poco a poco se acerca y logro ver en su mano derecha un cigarrillo empapado. El hombre levanta la mirada y pretende jalar una intensa bocanada. Al parecer no se ha percatado de la lluvia. O quizá sea un pobre loco. Pero se detiene frente a mi ventana y me mira directo a los ojos, y yo a él.

Así permanecemos durante un largo rato, mirándonos el uno al otro. Sonrío, pero su rostro no modifica en lo absoluto su rudeza. Parece que no es a mí a quien ve. Supongo. Entonces mi sonrisa se deslava con la lluvia y me pongo muy seria; tan seria como él, como si quisiera ser cómplice de su tristeza. De pronto me doy cuenta de que, entre los dos, se ha formado una especie de lenguaje silencioso, de palabras que vuelan entre las gotas de lluvia como mariposas. Es un puente, y nos une como lo hacen los puentes con los fragmentos de tierra separados por un oscuro abismo.

No se cuánto tiempo ha pasado, solo sé que la tormenta se ha convertido en un hermoso tintineo. Las gotas de lluvia que chispean resbalan por el puente imaginario. El humo que se desprende del cigarrillo mojado es cada vez más intenso; nuestro puente parece indestructible.

Después de que el hombre se fue, yo me quedé observando la lluvia y el tintineo de sus gotas de agua. Prendí un cigarrillo. Mañana mismo cruzaré el puente.


Fotografía: Katja Chernova

Noemí Mejorada at 8:43 PM

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