Thursday, February 07, 2008

De la delicia y el placer del toma todo y deja nada



Veinte años habían pasado y Romina no se había movido de aquel prehistórico escenario. Era una sala roja que tenía en su centro una linda mesita de mármol café que sostenía inerte una pesada máquina de escribir. Tenía en las paredes un bellísimo papel tapiz verde pistache, y las irregulares figuras de rombos y triángulos beige palidecían estáticas en él. Parecía que los muebles que rodeaban la pequeña salita habían estado ahí por siempre y que permanecerían ahí para siempre. El librero, gris de tanto polvo, miraba melancólico hacia la ventana que mantenía sus cortinas de terciopelo rojo siempre cerradas e impenetrables, tanto, que ni una minúscula gota de luz lograba filtrarse por sus poros. Era una gruesa cortina de pesada caída, era la rigidez que pendía de un triste cortinero enmohecido. Sólo la tenue y amarillenta luz de una pequeña lámpara iluminaba la pieza.

Romina se paseaba descalza por ahí, y posaba las plantas de los pies en su afelpada alfombra. Se sentaba de golpe en su cómodo sillón, y descansaba la vista cerrando lentamente los ojos. Siempre prefería el love sit, aunque el folleto promocional de la sala tuviera en la fotografía de portada a un hombre acompañado de una mujer. También suspiraba, sobre todo cuando, de repente, pensaba en el amor. Romina era una mujer solitaria, y los 40 años le pesaban en la espalda como pesa el sopor de un cigarrillo después de ser fumado.

Cálidamente transcurría la tarde de aquel miércoles. Romina había pasado toda la noche y parte de la mañana trabajando en un documento que databa del siglo XIX. Analizaba una serie de casos de herencias y de viudas para la publicación de su próximo libro. Cansada, y con una ligera sensación de hambre en la boca del estómago, se levantó del sillón y dejó los lentes sobre la mesa. Caminó hacia la cocina, se preparó un plato de huevos con jamón, y volteó a la mesa del comedor. Ahí había un pequeño periódico medio arrugado que alguien había dejado a la puerta de su casa. Romina lo había levantado del piso y lo había colocado sobre la mesa sin prestarle atención. Se acercó y con la vista media descompuesta leyó el encabezado: ¿Busca usted pareja? … nosotros le ayudamos. Escriba a la dirección que aparece en la parte inferior derecha de la hoja y ¡listo! ¡Enamórese ya! Romina dejó el tenedor con huevo en el plato y, pensativa, se llevó la mano a la barbilla. Sintió un fuerte impulso que nacía desde el estómago, un empujón que la movía hacia adelante ¿Sería acaso una señal? ¿Debería seguir aquel extraño presentimiento?

Sin retirar la mano de su rostro pensativo caminó de un lado a otro; paseó sin dejar de sentir los leves empujoncitos en la espalda. Buscó con la mirada el folleto promocional de la sala que había adquirido veinte años atrás. Estaba sobre el librero gris. Lo tomó, y posó su mirada largamente en la escena que se desarrollaba sobre el sillón: el hombre acompañado de la mujer. Luego lo dejó en su sitio y volvió al trabajo. Esa noche fue larga.

A la mañana siguiente, Romina se levantó, se lavó los dientes, y después fue a la sala a terminar el trabajo que había dejado inconcluso; pero no pudo sentarse, el librero la llamaba como el horizonte lo hace a media tarde con el sol. Caminó a leves empujoncitos hacia él y tomó entre sus manos el folleto. Lo miró de frente y entonces su sorpresa fue grande, muy grande. Esta vez, en lugar de la figura de la modelo que sonreía plácidamente en el love sit rojo, estaba sentada ella. Su sonrisa amarillenta estaba a punto de lanzar una carcajada de felicidad, y el hombre la miraba de reojo con una mirada que sólo podía ser la de un hombre enamorado. Pasó la lengua por sus labios resecos y luego sonrió. Un segundo después corrió detrás de esa imagen esperando alcanzarla y tocarla con las manos. Sabía que la alcanzaría, por eso se puso sus tenis sport blancos.
Fotografía: Brenda Ledesma

Noemí Mejorada at 8:23 PM

11comments

11 Comments

at 8:40 PM Blogger Vala Sailhin said...

"El sol aún no se había alzado. Sólo los leves pliegues, como los de un paño arrugado, permitían distinguir el mar del cielo. Poco a poco, a medida que el cielo clareaba, se iba formando una raya oscura en el horizonte, que dividía el cielo del mar, y en el paño gris aparecieron gruesas líneas que lo rayaban, avanzando una tras otra, bajo la superficie, cada cual siguiendo a la anterior, persiguiéndose una a otra, perpetuamente"
Virginia Woolf. Las Olas

 
at 8:48 PM Blogger Vala Sailhin said...

El primero es un obsequio. Por qué? Pues bien, inevitablemente, mientras leía cómo Romina existía en un horizonte de media tarde, recordé ese párrafo de Las Olas. Quizá porque es una hermosa manera de describirlo, quizá porque la sala, la mesa de mármol, el librero que espia tras la ventana, y la imagen mental sobre un sillón pequeño me recordó mi propio espacio. Quizá porque perseguir escenas pasadas se ha convertido en mi deporte favorito, que calzando tenis blancos, practico todos los días. Ni que decir: NF.
Muy hermoso rotita!!...

 
at 7:15 AM Blogger Noemí Mejorada said...

Gracias por ese regalito, que lindura de Woolf, y de sus olas...

Yo sé que ese es tu espacio, porque la descripción fue intencional. No se porqué lo hago, pero es que siempre te adaptas, te pones de modo, eres la musa, LA MUSAAAA, jajajaja, aparte me gusta tu depa, (que yo se que es mi depa también, ahh, claaaaaaro, y de la guera hermosaaa!!!)

Chula, ya ponle el papel tapíz verde que tanto quiero!!! porfas, yaaaaa!!!! es igual al de la peli de terror que te dije el otro día, la que habla de nosotras pero con los ojos jaladitos, tipo coreanas, pero del norte, porque el sur me cae mal... y no es nada personal, pero es que es más padre la onda de ser un "eje diabólico", mucho más si vivimos en el bar infierno... ¿¿¿de qué estoy hablando??? no see, ahh si, el papel tapiz de su-mi y su-yeon, ponlo pliss...

:)

besos!!!

 
at 11:19 AM Blogger cervantes said...

"por eso se puso su tenis sport blancos."

me parece que SU deberia de ir en plural rota... pffft que te digo, lleno de melancolia la historia corta de hoy ...

ese papel tapiz del que hablas es el de Tale of Two sisters no ??... si, es coreana... aca abundan esos coreanos en la empresa ajja. pero lamentablemente.

son del sur.

saludos rota !

 
at 12:12 PM Blogger LINO FONTANA said...

La escena del sillón es tan pura, que pude ver con los ojos de Romina. Y el final me gusta, es espontáneo y pintoresco. Le da buen término a tan detallado cuadro.

Very Good. ;)

 
at 3:35 PM Blogger jerónimo said...

wen post, casi pude percibir el olor a encerrado de ese cuarto, y los dientes amarillos y labios resecos me dieron calosfríos...

 
at 6:43 PM Blogger Seymus said...

el LoveSit es la onda, sirve para hacer muchas cochinadas o en este caso, imaginarse haciendo muchas cochinadas

 
at 5:20 PM Blogger Noemí Mejorada said...

Ademyr,que lectura tan minuciosa, muchas gracias por corregirme ese error, ya está, listoo... oye y si, fíjate que si es esa peli, verdad que el papel tapiz es maravilloso, igual al de tu blog... tienes buen gusto... jeje


saludos!!!


Sr. Fontana... que placer verle por acá. Esa pobre Romina, pero segurito que encontró el amor, seguro... así como usted... jejeje...

Un abrazo grande!!!

Jerónimo: Así es, el encierro total, y el olor a documento viejito. Feo feo, y los dientes!!!
es verdad como para que a cualquiera le den calosfríos...

saludos...

Señor Pasto: Jajaja, sii, tanta cosa que puede hacer uno en esos silloncitos, jajaja, a mi me gusta ver películas y comer palomitas, y no me importa que se caigan al piso, para que entonces si suene a cochinada... es que no pueden faltar en el hogar de nadie... de nadieee... son quienes le dan verdadero calor de hogar al hogar... jejeje...

:)

saludos!!! y un abrazo...

 
at 7:28 AM Blogger Samantha said...

Yo también estuve ahí, con Romina y como a ella siempre resulta tentador recurrir a los vendedores de sueños. Las tardes en el depa imaginando un nuevo cuadro que no tenga que ver con la realidad actual son melancólicas y también mágicas porque siempre existe la posibilidad de que las imágenes se materilialicen.
Yo tengo unos tenis negros que compré para rapelear y que me han acompañado, rapelear es como tomar decisiones y perseguir sueños, da miedo e implica la sensación de perder el control y dejarse caer. Hoy como Romina me pondré mis tenis y caminaré despacito imaginando mi nuevo love seat acompañadita de mí y de ustedes.

Te quiero, gracias por este post tan bonito y mágico.

Besitos¡¡¡ :)

 
at 4:50 PM Blogger cervantes said...

rota te vas a alegrar el post que viene hare un tutorial de como hacer esos tapices !! lo aplicas y ya esta !! uno para tu blog y uno para tu room...

tengo buen gusto !!

pos claro, o que no vine a comentar de nuevo ??

ajaj.. saludos !

 
at 11:14 PM Blogger Noemí Mejorada said...

Pam: Nos sentamos juntas en el love sit, nos quitamos los zapatos y el brassiere y disfrutamos de nuestra soltería... y si quieres vemos una peli de terror, de esas ue en lugar de miedo te dan tristeza y lloras, jeje!!! hermosaa

:)

Ademyr: ay nooo, es que si me regalas un tapiz lindo lindo pa mi blog te juro que lo pongo también en mi cuartoo!!! que maravilla... uju!!!

Besos!

 

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