Tuesday, December 11, 2007

Cuento sobre la invisibilidad humana (que es en realidad una propuesta metodológica para lograr hacerse invisible)



Detrás del espejo se encontraba X sentado cómodamente en una silla. Esperaba pacientemente pues su espera no era, regularmente, larga. Entonces entró Y, cargada de tres pantalones, dos blusas y tres vestidos. Dejó su bolso en el gancho de la puerta del probador y se dispuso a probarse, primero, el vestido color morado.

X era un hombre de aproximadamente treinta años, guapo, y muy carismático; que se divertía viendo cuerpos desnudos detrás de un falso espejo. En su larga carrera y desde su amplia experiencia, había clasificado los cuerpos femeninos en siete categorías: obeso con mucha grasa, obeso con menos grasa, delgado, delgado sexy, flaco, muy flaco y esquelético. Prefería los cuerpos flacos, aunque sabía reconocer la belleza en todos. Y además era afortunado, porque todos ellos posaban frente al falso espejo una cantidad innumerable de veces; dando vueltas a la izquierda y la derecha, de frente y por detrás. X disfrutaba el numerito que se repetía al infinito, y dibujaba las incontables figuras en hojas de papel.

Entonces Y se puso el vestido morado y dio vuelta a la derecha y luego a la izquierda, mientras X captaba cada movimiento con su lápiz. Sus ojos se movían rápidamente, casi tan rápido como su mano, que intentaba capturar, como una cámara de video, los suaves movimientos de las piernas y los pliegues de la tela. Luego Y se quitó el vestido (acción que captó hábilmente el lápiz de X), y se puso la blusa roja. X suspiró. Las piernas de Y eran flacas; su vientre también. X pensó que podría amar eternamente esa figura, y trazó un par de líneas más. Y, se puso el vestido verde de rayas blancas y se dio una vuelta completa. X dibujaba y dibujaba. Así pasaron lentamente tres cuartos de hora.

Cuando Y salió del probador decidida sacar de su bolso la tarjeta de crédito para comprarse un bonito vestido; los labios de X esbozaron una leve sonrisa: una vez más había logrado hacerse invisible. Se dispuso a pegar con cinta adhesiva en la pared de su departamento las hojas que acababa de dibujar hacía unos instantes; las observó por un largo rato, detenidamente, atentamente, y decidió llamarlas: Serie de la transparencia humana. Guardó las hojas sin usar y el lápiz; y se recostó en la cama a esperar con los ojos cerrados a que amaneciera para abrir la tienda y sentarse de nuevo, cómodamente, en la silla detrás del falso espejo.
Fotografía: Eugenio Recuenco

Noemí Mejorada at 6:59 PM

13comments

13 Comments

at 9:32 PM Blogger sirako said...

divino!!!


oye, que miedo, no vuelvo a meterme nunca a un probador.

saludos, seguimos leshéndonos un abrazo.

 
at 6:50 AM Blogger Samantha said...

Nena¡¡¡, qué hermosa historia vouyerista¡¡¡
La neta yo cada vez que me meto a un probador tengo la fantasía de que alguien me observa detrás del espejo, jejeje, pero nunca se me había ocurrido pensar que quien observa detrás sea un dibujante.

Me encantó¡¡¡¡

Besos mujer de los cabellos rizados¡¡¡

 
at 8:41 AM Blogger Vala Sailhin said...

Bueno, debo confesar que en sí mismo el probador es un espacio erótico, y de hecho, sí, alguien nos observa, quizá no detrás del espejo pero sí una camarita en alguna parte. ¿Invasión a la intimadad?, bah, me gusta más pensar que jugamos a ver quién es más invisible. Creo que siempre escribo lo mismo en este blog, y es cierto, cada post es mi nuevo favorito, y como creo que así seguirá siendo, creo que debo reducir caracteres...por eso desde ahora escribiré. N.F. lo que significa..."Nuevo Favorito"...Asi que este post es N.F... X y Y son una linda pareja...!!

 
at 8:01 PM Anonymous Anonymous said...

Ay nooooo, y yo con tanta grasa acumulada por doquier que penaaaa, esta temporada navideña nada de botanas, pastelitos y todos esos dulces ricos,menos chocolatesde los que me relagalan mis alumnos...ahh, lo bueno que es solo una historia...si, solo eso,
mmm...verdad?????!!!!!
besitos!!!

 
at 8:04 PM Anonymous Anonymous said...

Ya viste mi comentario? acabo de inventar un nuevo verbo "relagalan" jajajajaja!!!
Sorry!!! cansancio mental y ojal...o como se dice de los ojos?? jijijiji!! ay, mejor me voy.

 
at 8:20 AM Blogger Noemí Mejorada said...

A todos ustedes lamento informarles que la historia ésta está basada en un caso real...

:(

miedooooooooo

 
at 2:01 PM Blogger LicCARPILAGO said...

me confieso voyeurista (asi esta bien escrito)

asi no: vouyerista... no asi no.

bueno me confieso pecador.

 
at 9:55 PM Blogger Noemí Mejorada said...

Oh no! yo también me confieso pecadora!!!

nadie se salva...

:)

saludos!

 
at 1:29 AM Blogger · said...

Zás!... de perlas.
transformaste mi paranoia de la falta de privacidad que trae consigo la modernidad en algo que soy incapaz de definir(me).

 
at 4:10 PM Blogger jerónimo said...

NO es voyerismo si no te descubren muajajajaja

Por las dudas, cada que entro a un probador, le hago un corte de manga al espejo.

 
at 10:50 PM Blogger Juan Carlos Gutiérrez Mercado said...

Jejejeje. Dicen que quien se ríe solo, de sus pecados se acuerda. ¿Será? Muchas veces te he dicho que me agrada tu pluma, siempre precisa para el acto de narrar. La invisibilidad empieza desde la X que nombra a tu personaje, un incógnito oculto detrás de la ilusión del espejo.

Por cierto, es hora de regresar a los dibujos...

 
at 9:56 AM Blogger cervantes said...

genial... muy muy bueno, pero el sr.X mas que dar miedo parece ser alquien inocente que ama la figura humana y el dibujo, sabe reconocer la belleza incluso de lo que considera gordo y con grasa, esa es una cualidad que muchos de los que estan del otro lado de muchos espejos, como el monitor ahora mismo, los televisores en sus casas o las revistas de modas no saben reconocerlo... mirarlo y mucho menos dibujarlo...

un buen cuento . ..

el sujeto era invisible, pero las modelos tambien ... ellas eran Y verdad ?

 
at 8:40 AM Blogger LINO FONTANA said...

¡¡¡Morbosamente Bello!!!

Claro, siempre he sospechado que alguien pudiera hacer algo como esto. Ahora descubro que no soy el único temeroso... pero también lo envidio... por lo que también soy pecador jeje

 

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