Sunday, May 04, 2008
El hombre número uno

El hombre número uno salió de su trabajo para ir al baño de vapor. Ahí presumió a todos que esa mañana había sido el primero en llegar a la oficina, el primero en saludar al jefe, el primero en terminar de desayunar y el primero en entregar el informe del día. Todos los compañeros de baño se miraron entre ellos e ignoraron sus presunciones. El hombre número uno se dio prisa, pues no quería ser el segundo en nada, salió del baño, se secó mientras caminaba al vestidor y partió a su casa.
- ¿Bueno? ¡Hola Gómez, queridísimo hermano! ¿Qué tal va tu tarde eh?
- Hola, ¿qué tal? Pues va, va, que ya es ganancia. ¿Qué se te ofrece amigo?
- ¡Ah, si! mira Gómez, lo que pasa es que justo en este momento acabo de recordar que tú y yo, tenemos pendiente un asunto importantísimo.
- ¡Ah caray! ¿cuál asunto hermano?
- ¡Gómez, Gómez… andas volando entre nubes viejo! Mira; no sé si recuerdas, me imagino que no, aquel proyecto que nos encargó el jefe hace tiempo… el de las vías del tren; ¿si te acuerdas?, no ¿verdad? Ah, pues es para mañana Gómez, estoy viendo el calendario en este instante; aquí está la fecha: 12 de Marzo Gómez, de éste año por supuesto, ja, ja, ja. El jefe lo quiere a primera hora.
- Oye pero… ¿estás seguro? Yo tengo entendido que es para el viernes…
- ¡No Gómez! ¡Mira nada más que despiste el tuyo, caramba! Gómez, es para mañana a primera hora, no podemos fallar. Es sólo que… siempre hay un pero hermano, un obstáculo ¿no es así Gómez? estarás de acuerdo conmigo ¿no?…siempre. Pues ésta vez no es la excepción. Fíjate que ayer me llamó por teléfono mi madre; dice que necesita que la lleve a hacerse un chequeo médico, ¿tú crees Gómez? justo mañana a las 8:00 de la mañana que tenemos éste importante compromiso. Ya estuve revisando yo el proyecto, ¡no he parado de trabajar Gómez! y pues… me di cuenta de que hacen falta las fotografías del tren pasando por el lugar éste, ya te acordarás ¿no? “el lugar de la discordia”; el caso es que me dije: “qué tal si mi buen amigo Gómez lleva a mi madre al médico mientras yo tomo las fotografías”. Y nos vemos un poco después en el trabajo, llegarás tarde hermano, yo lo sé, pero no serás el único, yo también llegaré tarde; es más, quizás después que tú. ¡Quién sabe Gómez!
- Oye, pero si quieres puedo ir a tomar las fotos yo…
- ¡Ay Gómez, Gómez! No. Gómez, admitámoslo, soy mejor con la cámara que tú. No te ofendas amigo. Mira, lo único que quiero y busco es el bienestar de ambos, podemos proponerle al jefe un aumento con éste trabajo, o un ascenso… Gómez, imagínate, ¡un ascenso!
- En ese caso, supongo que tienes razón.
- ¡Si Gómez, claro que tengo la razón! Mi madre te estará esperando en su casa a las 7:30 de la mañana. Sé puntual ¿si? Yo, mientras tú llevas a mi madre, haré plantón en las vías de ese tren hasta que logre tomar la fotografía ideal. Si llegas antes que yo a la oficina (y en este momento el hombre número uno tapó la bocina para carcajearse hasta llorar) ay perdón Gómez, se me atoró una pepita en la garganta (y fingió toser un par de veces), bueno, te decía, que si llegas tú, antes que yo, le expliques al jefe por favor en dónde estoy. Verás que quedaremos muy bien en el trabajo. Oye, ¡pero eso si eh Gómez! no se te ocurra llamar a la oficina para decirle al jefe que llegaremos tarde. Porque mira Gómez, existe la posibilidad de que no lleguemos tarde, o sólo un poco y que no se den cuenta; y si llamas o llamo, ¡nos ahorcamos solos eh! sólo en el caso extremo de que lleguemos verdaderamente tarde, entonces ya le explicamos al jefe lo ocurrido. ¿Estamos Gómez?
- Bueno hermano, pues como tú digas. Mañana estaré a las 7:30 en casa de tu madre.
- Obsidiana # 225. Colonia Valle Verde. El laboratorio es el de Análisis Generales de Occidente. ¿Lo conoces?
- Si, por supuesto, no te preocupes, y toma bien esas fotografías ¡eh! ¡como sólo tú sabes!
- Claro Gómez, claro… verás que pronto estaremos en la cima, los dos; ¡suerte mañana!
Colgaron y una risa ahogada se liberó de la garganta del hombre número uno. Moría de risa, simplemente moría. Y las lágrimas se le escurrían burlescas por la cara. Hasta que el estómago le dolió tanto que tuvo que contenerse por un rato. Luego soltó las carcajadas de nuevo. Poco después se calmó; pero cada que vez que recordaba la llamada, volvía a empezar: reía, se ahogaba, lloraba, se contenía y volvía a reír. Aun, de noche, el hombre número uno ahogó su risa en la almohada varias veces, hasta que su esposa María prendió la luz de la lámpara y le pidió de favor que se pusiera serio, pues no podía dormir y al día siguiente le esperaba una larga jornada. Fue entonces cuando el hombre número uno se tapó con las sábanas hasta la nariz e intentó dormir. Esa noche tuvo un sueño placentero.
- Hola muchacho, tú debes ser Gómez. Eres muy amable en venir por mí. Fíjate que no sé qué es lo que traigo, me he sentido mal últimamente. ¿Puedes cargar esto por mí?
Y le dio un pequeño frasco de vidrio que contenía un líquido caliente en su interior.
- Es la orina mijo, tengo que entregarla para que le saquen análisis. No quiero que se me vaya a tirar. Cuídamela bien.
- Si señora, claro –dijo Gómez un poco asqueado, y tomó el frasco con las puntas de los dedos sin siquiera mirarlo-.
Subieron al auto y se dirigieron al Laboratorio de Análisis Generales de Occidente. En el camino Gómez no dijo mucho, fue la madre del hombre número uno la que acaparó la conversación con preguntas y más preguntas, al grado de hacer que Gómez pronto se sintiera incómodo e interrogado. La madre del hombre número uno “era una chismosa”, decían los vecinos de la colonia en la que vivía, ya que era experta en colarse a todas las casas buscando información confidencial para luego regarla por doquier. Gómez pronto pudo corroborar éste hecho pero, desgraciadamente, no pudo zafarse de ella. Gómez era un verdadero fracaso evadiendo hasta la pregunta más incómoda. Nunca podía decir que no a nada, así que mucho menos evadiría la conversación con aquella mujer. Soportó toda clase de preguntas, las que iban desde su condición sexual, hasta las que alcanzaban el tema de su salario. Y Gómez respondió a todo, y lo que fue peor, sin mentir.
- Señora, usted entre y yo la espero aquí afuera el tiempo que desee.
- Ay gracias hijo… espero no tardarme.
Y la mujer estuvo dentro cuatro horas y media. Mientras tanto Gómez, un poco desesperado, llamaba inútilmente al hombre número uno, quien, al ver en su teléfono celular el registro del número de su pobre compañero, hacía caso omiso.
- Hermano, que tal, ¿cómo te anda yendo?
- Ay amigo, pues tu madre aun no sale de los laboratorios. Hay mucha gente esperando desde mucho antes que nosotros. Pero dime, ¿qué ha pasado contigo?
- ¡Uf! Hermano, no sabes que día. En la mañana muy temprano, cuando ya iba yo camino a las vías del tren el jefe me llamó, ¿qué raro no? pues si Gómez, yo pensé lo mismo. Pero así fue. Me llamó para decirme que el proyecto se cancela.
- ¿Cómo? ¿El proyecto? ¿Nuestro proyecto?
-Así es Gómez, y pues me vine temprano a trabajar. Gómez, he estado intentando comunicarme contigo y no enlaza la llamada. Creo que algo le pasa a nuestro teléfono de la oficina. Ha de ser el cable otra vez.
-Pero, oye, le explicaste al jefe dónde ando, supongo, ¿le hablaste de nuestro acuerdo?
- No Gómez, ya sabes como es aquí. El jefe siempre está ocupado. Tiene toda la mañana encerrado en su oficina y no creo que salga pronto de ahí. Lo malo Gómez, es que creo que llegó antes que todos y se dio cuenta de tu tardanza. Pero mira hermano, no te apures ¿si? Lo vamos a arreglar juntos, ya que llegues. En cuanto te desocupes, llevas a mi madre a su casa y te vienes para acá.
Colgaron y el hombre número uno fue a hacer entrega del café caliente al jefe. No tenía un argumento fuerte en ese momento para justificar la tardanza de su compañero, y tampoco le importaba mucho, así que mejor se dirigió a su oficina y ahí se dedicó a hacer el informe del día. Sentado en la computadora se pasó dos horas enteras, dándose prisa y sin dejar de observar a Julio Medina, su compañero de área y vecino de oficina.
- ¡Julio, buen amigo! –gritó con fuerza desde su escritorio-.
- ¿Si? Dime, ¿qué se te ofrece?
- Disculpa que abuse de tu confianza, digo, si es que cuento con ella…
- Ay, por supuesto que sí, hasta la pregunta me resulta necia, dime, con toda confianza ¿que necesitas?
- Un favor. Necesito un favor. Medina, sucede que fui al médico hace tres días y el doctor me dijo que no debo hacer muchos esfuerzos porque estoy un poco mal de la pierna, es posible que me operen, y necesito llevar estos papeles al modulo de información. Es que… urgen. No sé si tú podrías hacerme el favor…
- Pero por supuesto, en un abrir y cerrar de ojos están allá. Pero dime, ¿qué es lo que le pasa a tu pierna?
- No se sabe, es posible que sea poliomielitis, el médico me ha hecho varios análisis pero aun no está seguro de nada. Yo rezo todos los días para que sea una cosa de nada. Espero; pero mientras tanto, prefiero obedecer las instrucciones de mi médico, para no arriesgarme.
- Claro que sí amigo, espero que no sea nada de gravedad. De cualquier manera, ¡ya sabes eh! cualquier cosa que necesites no dudes en pedírmela.
- Muchas gracias. Toma los papeles. Y de nuevo… ¡gracias!
Julio Medina se alejó dejando sola su oficina. Entonces el hombre número uno entró en ella y apagó el interruptor de la computadora de su compañero. Luego lo volvió a encender, pero la información de su trabajo del día, se había perdido. Salió, no sin antes percatarse de que nadie lo hubiera observado, y corrió rápidamente hasta su silla poniendo una cara de absoluto disimulo.
Cuando Medina regresó y se dio cuenta de la fatal pérdida, no tuvo otra opción que telefonear a su esposa para avisarle que llegaría tarde a comer, quizá dos o tres horas, pues debía rehacer el trabajo perdido. El hombre número uno le dio sus condolencias y se apresuró en llegar la oficina del jefe a entregar el reporte. Dio la hora de salida, se alistó, guardó sus cosas y prontamente salió de la oficina para dirigirse hacia su casa. Desde el estacionamiento observó a Gómez cuando iba entrando al edificio donde ambos trabajaban, pero el hombre número uno ya se encontraba trepado en el auto y estaba dispuesto a arrancar. Por supuesto que sería el primero en retirarse a su casa a comer.
Noemí Mejorada at 1:44 PM
21 Comments
- at 6:47 PM jerónimo said...
el que agandalla no batalla
- at 6:52 PM sirako said...
chales yo quisiera ser el hombre número uno y/o comprar un coche bonito y/o montar a caballo.
pero no, estoy acá sentado en mi casa, todo el día en espera absoluta y ahora me duelen las nachas, así no puedo ser el número uno.- at 6:55 PM sirako said...
ya sé
¿soy el número uno si me comparo con algún tipo del otro lado del mundo?
lo malo es que allá es un día antes! demonios.
bueno de todos modos no estoy yendo a ningún trabajo ni nada, sólo arreglé un poco mi casa miré a las vecinas, le aventé insecticida a unas palomas. creo que soy el primero en hacer todo eso junto, el mismo día.
necesito coca para mis neuronas.- at 1:21 AM Samantha said...
No mames, qué hijo de puta, y pensar que así existen tantos "número uno", yo conozco muuuuchos y son lo peor de lo peor, pinches gandallas.
Linda te extrañé bien cabrón, ya no visitas los blogs, ya no habías publicado nada, me da mucho gusto saber de ti.
Nunca lo olvides I love you¡¡¡¡¡- at 5:20 PM said...
Hola!! si, si, existen muchos "números uno" en todos lados, pero me dan pena porque que flojera pasarse la vida pensando en ser los "unos", que hueva!! por eso yo no me estreso, tal vez por eso siempre soy la última en entregar programaciones, calificaciones,registros...blah! las maestras números uno siempre me ganan, ni pedo.
- at 8:11 PM LINO FONTANA said...
Lo malo de ser el Número Uno siempre, es que el sujeto en cuestión deja a su esposa siempre insatisfecha, porque es el primero en llegar al orgasmo. Por eso es mejor ser el Número Dos jejeje
Bastante buen relato mi Rotita, no salía de mi asombro y a cada párrafo me devoraba con rapidez otro y otro porque quería saber cómo terminaba ése patético arrivista.
Qué pena lo de Gómez... por cierto, ya me esperaba que Gómez fuera gordo, jaja es la imagen mental que tengo de un Gómez.
Saluditos Rotita, éste será El Cuento Número Uno. De 10!!!
:D- at 2:41 PM cervantes said...
buen, buen cuento rota...
pero y siempre hay un pero,...en la vida. jaja..
"subió las escaleras hasta su recámara y se tiró en la cama"
en esa parte .. cuando la esposa del tipo entra en la casa y se tira en la cama cansada, pues.
es invitable que ese dia... fue la primera en acostarce.
ajajajaj..
en fin.
durmiendo con el enemigo.
coincido con lino !- at 6:54 PM Noemí Mejorada said...
jerónimo: ps si, yo agandallo los lugares en el camión, pero luego lueguito de que se sube un viejito lo abandono... es que soy taaan buena...
:)
Sirako: Jajajaja...
Sirako again: Movemos el reloj mundial y ya... eres el número uno... (aunque no movamos el reloj mundial)
;)
Pami: Yo te extrañaba también, mucho, jaja, es que esto andar de viaje en viaje... jeje, ganas tengo... gracias por la visita, yo ya jui a tu changarro...
I love too!!
Aimesita: Pero eres la número uno de las cuatro hermaninis... condenada!!!
Fontana: Hola Fontanaaaaaa!!!! tienes razón, este tipo seguro que siempre dejó a su esposa triste... por eso hay que odiarlo más...
Un abrazote, que bueno que atrapé por lo menos unos minutillos tu atención, espero seguir haciéndolo... besos muchos!!!!!
Ademyr: es verdad!!!!!! cuánta inconsistencia en la vida de este pobre hombre. Merece ser el primero en salir de éste blog...
Que bueno verte...
:D- at 9:45 AM Vala Sailhin said...
Niña, pues ni qué decir...ja ja ja, reiré siempre que recuerde este texto...Ese number 1 es el mejor, ah, que placer tan grande!!...habríamos de honrar a las mentes maquiavélicas, a aquellas que no duermen resolviendo venganzas por las noches, al ras de una ventana!!...
Un aplauso para usted lady...y mi N.F.
Besos...amo al nº1 y a ti también...- at 11:14 AM YaYa said...
no, no, no... pobre Gomez....
Maldito numero uno!!!
Hay, no!.. no!!! yo soy la number 1 en mi trabajo pues soy la primera en llegar todos los dias, pero no por quererlo... no hay manera de modificarlo para ser la ultima (cosa que me encantaría para continuar soñando con los angelitos mas tiempo por las mañanas)..
Te quiero mucho... besos...
Como siempre, muy buen cuento... Y como todos, me encantó!!!- at 8:44 PM Unknown said...
Al menos uno puede imaginarse siendo el hombre número 1, nomás le cambias el nombre mientras lees..... jaja ok...... me voy... saludos!
- at 3:36 PM Pau Llanes said...
DESPEDIDA: Vengo a despedirme… Fue un placer leerte y saber que alguna vez también tú leíste los textos de Pau Llanes… Un saludo fraternal y un abrazo cómplice… Pau
- at 8:29 AM LINO FONTANA said...
Feliz día de las Madres, para quienes lo sean y para quienes las vayan a celebrar, les mando un abrazo y felicitación en su día.
Besos y abrazos también para mi Rotita!!!- at 10:35 AM Seymus said...
que, entonces existe otra manera de escalar puestos en el organigrama??, que alguien me explique
- at 1:03 PM Noemí Mejorada said...
Mr Cougar: que milagrazoooo que me haces el honor! jaja... que bien que vienes... tons te identificaste??? jaja, que bueno! ese número uno es la onda!!!
beso!
Pau Llanes: Despedida??? como???
:(
besoo!!!
Linito! que bien que veniste a alegrarme este día! yo te mndo un abrazo fuerte también y besos!!!!!!
Seymus: pues si, no hay necesidad de pisotear a la banda, pero es más tardado y da más hueva.. jaja!
Beso!- at 6:21 AM LINO FONTANA said...
No tes tite :(
sonríe y ponte feliz
:D
¿Andale si?
Abacho y becho para que te repongas.- at 12:24 PM Samantha said...
Me uno a Lino y yo dejo muchos abachos y bechos para ti, además te traigo un puñito de luciérnagas para que te acompañen siempre, siempre con mucho amor:
¨¨¨¨¨
¨¨¨¨¨
¨¨¨¨¨¨
¨¨¨¨¨
Te quiero mucho bonita y cuentas conmigo pa tocho lo que necesites.- at 8:58 AM Noemí Mejorada said...
Fontana: Muchas gracias, ya no voy a estar triste, lo prometo... y como siempre los abrazos y besos van de regreso!
:)
grax por levantarme el ánimo!
Pami: Nena, tu eres como la abeja reina pero de las luciérnagas!!! que lindaaa! Te quiero!!!
;)
besito!- at 8:40 PM said...
mimi...:(
triste:(
:(
:(
help!- at 7:47 AM Noemí Mejorada said...
To también aimeé, pero vamos para adelante!
:(
Te quiero!- at 7:48 AM Noemí Mejorada said...
Ay, quise decir Yo...
:(