Sunday, June 08, 2008

Numérica o de la noche en la que Dos fue ayudado por Diecisiete y Veintidós en un oscuro plan de escape


- Ya está, tengo el dinero guardado en la cajuela del carro, está dentro del portafolio café. Lo dejé estacionado en la zona 2b. ¡No hay pierde!
- Perfecto Veintidós. Dame las llaves. Te veo en tu casa en dos horas ¿está bien? te entrego el auto y tú y yo, jamás nos vimos.
- Está bien, toma. Y ten mucho cuidado, por favor. ¡Cuida que nadie te vea!
Diecisiete tomó las llaves y salió a toda velocidad hacia el estacionamiento. Iba de prisa y miraba a cada cinco minutos el reloj. Eran las 3:00 de la madrugada. Buscó con la mirada entre la numeración y pronto lo encontró: el número 2b. Abrió la puerta del auto, se subió en él, y lo encendió decidido. Arrancó, y pisó el acelerador haciendo que la flecha del velocímetro subiera hasta los 80 km/h. Esquivó hábilmente los automóviles que se encontraban estacionados allí, en ese cuarto subterráneo, y al salir, pisó un poco más el acelerador llegando hasta los 120 km/h. Diecisiete tenía prisa.
Mientras tanto, Dos esperaba detrás de la malla de una cancha de fut bol. Estaba tendido en el suelo, todo; hasta las propias mejillas y el oído pegaban directamente en el piso. Había pasado la noche entera detrás de un montón de cemento y ladrillos resquebrajados. Las luces de la prisión no alcanzaban ese punto, afortunadamente, por lo que sin mucho peligro se había hecho el perdedizo antes del toque que indicaba el regreso de los reos a sus celdas. Había cavado durante unas cuantas semanas atrás un profundo agujero que conducía al otro lado de la malla, y se había impuesto una dieta rigurosa meses atrás, para lograr ser lo suficientemente delgado y salir por aquel hueco sin dificultad. Esperaba pacientemente la hora de su fuga, pues sabía que Diecisiete llegaría puntual y que todo saldría de acuerdo al plan. Eran las 3:35 de la madrugada.
Pasaron lentamente los minutos… entonces dieron las cuatro. El frío pegaba fuerte y Dos comenzó a sentirse un poco nervioso. Diecisiete tendría que llegar justo en ese momento; no después, sino en ese momento. Dieron las cuatro y cinco minutos, y Dos comenzó a sudar frío. Diecisiete no llegaba. El guardia al que sobornaría le había dicho que lo esperaría en la puerta de la entrada trasera de la prisión, y había sido muy claro: "No esperaré ni un segundo, mi pellejo está de por medio y no lo voy a arriesgar, ¿estamos? ¡Ni un segundo!". Dieron las cuatro y seis, y entonces Diecisiete hizo una entrada triunfal. De entre la negrura de la noche saltó con las manos al aire. Saludó a su amigo con una gran sonrisa en los labios, y se acercó a él casi corriendo.
- ¡Hey! ¿qué hay eh!
Dos no tenía humor en ese momento para ser bien educado y regresar el saludo con la misma cortesía con la que Diecisiete le había saludado; así que sólo levantó un poco las cejas, tomó un pequeño costal en el que cargaba unas cuantas de sus pertenencias (un cepillo de dientes, un peine, un rastrillo, un libro medio deshojado titulado “Mein Kampf”, un par de zapatos desgastados, dos calzoncillos de algodón y una pipa vacía), e intentó salir por el pasadizo que se había construido. Diecisiete observaba atentamente y notó las dificultades por las que estaba pasando su amigo, así que, sin preguntarle, lo tomó por los brazos y tiró fuertemente. Dos estaba todo lleno de tierra, hasta los zapatos mismos, por dentro. Se empujaba con los pies, y temblaba de frío y de nervios. La luz de los reflectores se paseaba con una ruta capaz de alumbrar a Dios; giraba de forma periférica alcanzando la circunferencia entera del sitio. Dos seguía empujando, y Diecisiete seguía tirando. Ninguno paraba en su intento por lograr aquel cometido. El ruido comenzó a hacerse evidente, sobre todo porque Diecisiete no era muy cuidadoso. Pujaba con fuerza, y maldecía de vez en vez.
- ¡Hey agáchate casi al ras del suelo! ¡Sé discreto o el plan se va a ir a la mierda!
- Ya, ya... tranquilo, ya, estoy agachado todo lo que puedo...
- Llegaste brincando Diecisiete, tu qué crees que pa...
- Ya, cálmate viejo, nadie me vio, puedes estar tranquilo... seré más discreto... ¡empújate con fuerza!
Dos lo miró un poco impaciente y siguió empujándose hacia afuera. Por un momento pensó que, verdaderamente, el plan se iba a ir a la mierda; pero después de tres minutos, y de un fuerte tirón de brazos, logró salir; aunque con todas las dificultades, pues las piedras habían sido como mantequilla en la suela de sus zapatos. Deslizó uno de sus brazos como si fuera una serpiente avanzando cautelosamente al ras de la tierra, y lo estiró hasta alcanzar el costal; lo cogió con fuerza y lo pasó también a través del pequeño túnel. Cuando por fin estuvo fuera con el costal entre las manos, sintió que un nudo se desataba en su garganta. Eran los nervios que se desanudaban y se transformaban, poco a poco, en una especie de calma. Al menos ya estaba afuera, tenía el dinero, el auto y la ayuda oportuna de Diecisiete.
- Tranquilo hermano, que ya estás fuera. ¡Hey, hey, hey, pero qué flaco te has puesto! ¡ahora sí eres casi tan escurridizo como los ratones! Ja, ja, ja.
- ¡Ya, no hagas bromas! ¡Cómo quieres que esté tranquilo si tardaste seis putos minutos en llegar! El guardia fue bastante claro Diecisiete...
- Ya, ya sé, acabo de verlo, me dejó entrar con todo y carro, ¡con todo y carro! ¿no lo ves? ahí está, en la pura entrada, Dos, me dijo que así es mucho más sencillo salir de aquí, porque justo a esta hora comienzan a llegar los guardias del turno matutino en sus automóviles, y los estacionan por allá... si algo pasara, y alguien nos viera, él se las ingeniará para inventar algo. Pero aun es de noche, así que segurito, no habrá problema...
Mientras se sacudía la tierra de todo el cuerpo, Dos miraba entre la oscuridad para encontrar el auto estacionado. La figura del viejo Ford se asomó un poco de entre la oscuridad de la prisión. Los amigos corrieron a su encuentro, buscaron al guardia, el cual ya estaba un poco desesperado por el tiempo, le entregaron el portafolio con los cien mil, esperaron a que contara el dinero y, después, éste abrió la puerta. El auto salió como una sombra y se perdió entre un montón de oscuras callejuelas. Mientras tanto, Dos observaba cómo se iban quedando atrás tres largos años de su vida. Por fin, las historias de la prisión se perdían para siempre, igual que el paisaje proyectado a través de la ventanilla al ser dejado en medio de la espesa noche, mientras el auto avanzaba.
Viajaron en el auto durante varios minutos; poco después, cuando estuvieron lo suficientemente lejos del alcance de los ojos del reflector, se detuvieron y bajaron del auto. Diecisiete sacó un paquete de cigarrillos y encendió uno. Miró de frente a Dos mostrando una sonrisa de entera satisfacción. Permanecieron un momento callados, hasta que Dos rompió de tajo aquel silencio.
- Y bueno, ¿a quién hay que matar?
Diecisiete volvió a sonreír, pero esta vez lo hizo oscuramente. Dio una fumada al cigarrillo que tenía entre los dedos, y luego dijo:
- Ya habrá tiempo de hablar... por el momento hay que ir a casa de Veintidós.
Y subieron de nuevo al auto. Diecisiete apagó el cigarrillo en la suela de su zapato y lo lanzó por la ventanilla. Arrancaron. Unas pequeñas brasas iluminaron un instante la oscuridad del concreto; luego, al cabo de unos segundos, se esfumaron, igual que el sonido de las llantas del auto acelerando.
Fotografía: Eugenio Recuenco

Noemí Mejorada at 10:00 PM

23comments

23 Comments

at 9:52 AM Blogger Vala Sailhin said...

...Continuará???...

...A quén hay que matar??...Esa frase me encanta, siempre que no sea eufemismo...

"A quién hay que matar?"... siempre suena tan estoico, tan elegante, qué decir...

Y, bueno, a quién hay que matar??...

Segunda parte??...

Síii!!
Besos sweety

 
at 9:54 AM Blogger Vala Sailhin said...

Por cierto niña, que vestido tan bonito te has comprado!!... El tapiz magenta te queda muy bien!!...

 
at 4:33 PM Blogger Pete...! said...

Ahora sí el Blog se ve tan elegante, fino y propio como las mismas historias que se cuentan en él.

Ésta en particular me recuerda a la de cierto ladrón a quien yo tengo que sacar de la cárcel casi todo el tiempo.

Me uno al clamor de la Reina Galáctica y también pido segunda parte. Quiero saber qué paso con Dos, Veintidós y Diecisiete... espero que no se topen con un Trece ni mucho menos con un Cuarentayuno jejeje

plis, plis, plis, plis, plis, plis, plis, plis, plis, plis, plis, plis, plis, plis, plis, plis, plis, plis, plis, plis, plis, plis, plis, plis, plis, plis, plis, plis... Segunda parte!

 
at 6:28 PM Blogger Samantha said...

Wow¡¡¡¡, qué mello¡¡¡, ésas historias me encantan pero me aterran, yo tengo mis hipótesis, para mí está calrísimo quien morirá esa noche, ¿o no?, ¿de verdad continuará?, uuyyy¡¡¡, qué emoción¡¡¡¡

Y pues ni qué decir del vestido hermoso de este maravilloso blog, quedó guapísimo, felicidades.

Besitos¡¡¡¡

 
at 9:30 AM Blogger Noemí Mejorada said...

Hola chicos!

:)

Reina:

Ah siii, yo siempre he querido decir esa frase! espera... ahh, no, no es cierto... más bien me da miedo...

:(

Ese Dos es capaz de cualquier cosa, se me hace que es un asesino a sangre fría...

:(

Te quiero!!!

Pete!

Otra parte? ah, pues te confieso que este textito es una fragmento de un algo que quise hacer... quiero decir que sí pensé en hacer una historia más amplia, y no se porque no lo hice... jeje... a ver que pasa... es que aun no se a quién hay que matar??? lo voy a pensar...

:)

besito!

Pami:

Que miedo verdad??????? ay si, que miedo, mejor me voy a quedar calladita ya, no vaya a ser que seamos nosotras el blanco de este loco Dos!!!!!!! ay noooooo!! que miedooo...

:(

besín!

 
at 3:08 PM Blogger cervantes said...

QUE BONITOOO BLOG !!

me encanto rota... felicidades.

 
at 4:52 PM Blogger Noemí Mejorada said...

Hola Ademyr! por fin mi papel tapiz magenta!!! fuiste un muy bonito ejemplo... Ahorita voy a tu blog a saludar!

:)

besito!

 
at 5:06 PM Anonymous Anonymous said...

Pensé que este blog era de mi abuelita jajaja!!! y que se lo había heredado a la tía ofelita, jijijiji! ay, no te creas.

Oye, pero que pasó después???
yo creo que tendrás que escribir una saga ( como diría oscarín) de varias partes...
las esperaré porque se quedó muy emocionante!!!!!!!!!!!!!

 
at 5:09 PM Anonymous Anonymous said...

ay, ya me sentí mal por lo de la tía ofelita...está muy lindo, todo...todo...todo bonito, como la casa de la tia ofelita...auch! digo, como un blog bonito lleno de color y alegría...como si entrara a...la casa de..no, no, digo hermoso, super original.




jajaja! es broma, esque te enojas rebonito,jajajajajaja!!!

 
at 5:56 PM Blogger Noemí Mejorada said...

Mira aimesoto, por si no lo sabías el papel tapiz está de regreso en el mundo del diseño y la decoración... así que mejor de burlarte, deberías empezar a pensar en ponerle uno a tu casita, y que sea magenta, para que no extrañes tanto mi blog cuando la computadora está apagada...

;)

Jajajaja!


Oye, y de lo de la saga, dame ideas, a ver a quién hay que matar!!! tu que eres toda sangre y violencia!!!

:)

besito!

 
at 5:58 PM Blogger Noemí Mejorada said...

" por si no lo sabías el papel tapiz está de regreso en el mundo del diseño y la decoración... así que mejor de burlarte, deberías..."

Jaja, ve que incoherencia escribí, jajaja... quise decir:

... por si no lo sabías el papel tapiz está de regreso en el mundo del diseño y la decoración... así que mejor, en lugar de burlarte, deberías..." y todo lo demás en copy-paste!!!

:)

chaooo!

 
at 6:51 PM Anonymous Anonymous said...

Ves??? esque del coraje te quedaste ciega y no viste ni que escribías, jajaja!! está bien, además quedaron relindas esas mariposas, buen gusto!!! me gustaron mucho.

 
at 7:53 PM Blogger Noemí Mejorada said...

Ay verdad que si? hay que agradecerle al ladron! el lo hizo todo!!!

:)

 
at 7:22 AM Blogger Vala Sailhin said...

Pido un aplauso para el ladrón, que ha dejado el vestido de la rota más que elegante!!

 
at 1:12 PM Blogger Noemí Mejorada said...

Ah si, pero no sólo para el ladrón, sino también para la Reina y René... ay los quierooooooooo!!!

(a los tres)

:)

besos!

 
at 6:27 PM Blogger Juan Carlos Gutiérrez Mercado said...

La respuesta a tu coemntario en La última tentación. Más tarde leo este cuento.

Mimí hermosa!!!

¿Qué crees? ¡Yo también soy lesbiana! Me gusta Cate Blanchet, y mucho, es muy guapa, tan versatil, una actriz en toda la extensión de la palabra. Wow!!! Vaya, esa mujer me deja sin palabras.

Tú sabes qué dice Milan Kundera sobre las coincidencias??? Que de ahí nace el amor, muchas veces con las metáforas como aliadas.

Será??? Y ya no me pondré triste, os lo prometo. Cuidaos mucho.

Y los besos los exijo en vivo y a todo color.

Jc

 
at 6:34 PM Blogger Noemí Mejorada said...

Jaja, entonces hay que hacer ujna comunidad de lesbianas y lesbianos!!! esa mujer despierta pasiones, y ahora en amos sexos!!! jaja...

Es cierto eso de las coincidencias de kundera, y quizà es una señal!!!

;)

besito!!!!!!!!!!

 
at 11:10 AM Blogger Pável said...

Ahora mismo escucho "En la Ciudad de la Furia", dos versiones casi antagónicas, una la del unplugged con Andrea, la aterciopelada, y la otra de Cerati con Shakira.

La rola es fabulosa.

Y podría ser parte de la banda sonora de este cuento.

Eso de tener simpatía por el demonio ya lo estrenaron los Rolling Stones, así que yo me quedo con la simpatía por los asesinos.

Cuando me leí A sangre fría de Capote, no pude sino enamorarme de Perry, el asesino sensible e intelectual. Y Capote lo hizo también, porque nadie se expresa con tanta dulzura de los ojos de un asesino a menos que se le hagan agua las nalgas por él.

Anyway.

Eso de las secuelas es peligroso. Usted llegó a mi blog por el comment de las secuelas de Sirako, y le repito: antes de que esto se convierta en La Risa en vacaciones o Pesadilla en la calle del Infierno, a veces es mejor dejar las cosas como están.

En ocasiones la genialidad de una obra reside en su carácter de islote, de estar rodeada de cuerpos de agua y nada más. Aunque también hay archipiélagos hermosos. Damn.

El punto es, escritora: no ceda ante en el ánimo popuplar que pide más. Si es el propio ánimo el que lo pide, entonces dele con singular alegría y regálenos más números dotados de astucia, crueldad y resentimientos.

Para lo demás ya tenemos a un Harry Potter que pronto pasará por la andropausia.

 
at 11:26 PM Blogger Juan Carlos Gutiérrez Mercado said...

Rotita de mi vida y de mi amor!!!

¡Números y más números! Si 136 no fueron suficientes tu llegas con una triada inolvidable... "¿A quién hay que matar?"... suena a cliché de cine gringo, pero del chido, porque, admitámoslo, sí hay buen cine gabachón.

No sé, me sentí en una película de Martín Scorcesse, cuando era bueno. Jajaja

Tu sólo pideme que mate. Mataría por ti. ¿No quieres que mate a alguien por ti? Jejeje, esa frase es del buen Homero J. Simpson.

Por cierto, Mimí hermosa, no olvides, odiaremos al mundo y nos amaremos entre nosotros.

Besos hartos para ti con mucho cariño, por cortesía del último tentador.

Jc

 
at 7:36 PM Blogger Noemí Mejorada said...

Pável: Es un gusto verte por estos rumbos! Y si, creo que tienes razón; éste puede ser uno de esos cuentos de:"póngale usted un final si nos hace el favor..." y quedar siendo un islote (me gustó la metáfora, muy bonita! jeje) rodeado todo de agua... y la verdad es que se me ha estado complicando pensar en un posible desenlace porque, siendo yo muy sincera, no tengo ni alma ni mente de asesina... ja, ja…entonces tomaré a seria consideración este comentario que me haces. Así que, si alguien gusta ponerle un final, le pido de favor que no se detenga, que para eso es este espacio... ´

Gracias por venir, yo luego paso a saludarte!

Por cierto, hubiera estado re padre haber ido a verte pinchar discos, lástima que esté yo tan lejos!

:(

A ver si un día me toca. Un abrazo!


JC: Ja, ja, ja… matar por mi… a ver, déjame que piense a quién será bueno… a Nigga!!! Estas de acuerdo? Aunque va a ser muy complicado porque ese muchacho ya es famoso, y ha de tener un par de guaruras enormes… te las vas a tener que ingeniar para escurrirte y realizar la fechoría!!! Ja, ja, ja…

Un abrazote! Odiemos al mundo entonces!!!!!!!

Besosssssssssssssssssssssssssssss!

:)

 
at 9:20 AM Blogger Seymus said...

dos mató a a diecisiete cuando lo encontró con cinco (que era el amor de su vida) haciendo un sesenta y nueve.

bueno, así me imagino el final

 
at 11:33 AM Blogger rogelio garza said...

toda una ecuación de la libertad.

o tú la 99 y yo el 86, ja ja... perdón, conoces al Súperagente 86? tu cuento me lo recordó...

besos rotitos... y qué bonito quedó el template de tu blog!

 
at 5:11 PM Blogger Noemí Mejorada said...

Seymus: jajaja, que porno final, me gusta, poque aparte las historias de amor, sangre y desamor, mezcladas con sexo, son la oooonda!!!

Rogelio Garza: Hola! no tenía el gusto pero ya lo acabo de conocer, jeje, (al speragente86)que bueno que andas paseandote por acá, yo también te envío unos besos rotos y abrazos! por cierto, felicidades por tu libro...

:)

 

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