Situémonos en las inaccesibles tierras de una lejana galaxia. Desde nuestro planeta es casi imposible observarla; sin embargo, hay historias que hablan de ella. Ésta es una historia sobre la vaquera galáctica, habitante de aquellas lejanas tierras. Esta es una historia de las que, por las noches, desde la ventana, cuentan los grillos al oído de los durmientes.

Un día la vaquera galáctica decidió salir de su galaxia y conocer nuevas estrellas. Montó su pony blanco, y se dirigió hacia un rumbo que jamás había recorrido. Y viajó durante muchos días y noches, descansaba solo unos momentos para luego continuar el gran viaje de su vida. Sucede que en éste viaje, la vaquera se perdió y nunca más encontró el rumbo. Fue culpa de las tormentas tempestuosas y de los sorpresivos estallidos de las grandes burbujas de agua espacial.

La vaquera galáctica, entonces, se convirtió en una flecha caída. Una flecha que lanza direcciones por todo el espacio estelar, que señala, involuntaria, trayectorias inseguras.

Sólo de vez en cuando, si se presta atención, se puede sentir; incluso escuchar, el girar de la triste flecha. Y a lo lejos, bajo un árbol de algodón, en una extraña y lejana galaxia, llora un vaquero.

1. Cada jugador (a) comienza con un listado de 8 cosas sobre sí mismo.

2. Tienen que escribir en su blog esas ocho cosas, junto con las reglas del juego.

3. Tienen que seleccionar a 8 personas más para invitar a jugar, y anotar sus blogs/nombres.

4. No olvides dejarles un comentario en sus blogs respectivos de que han sido invitadas a participar, refiriendo al post de tu blog: “El Juego”.

Mis 8 cosas:


1.- Soy adicta a tener relaciones imaginarias. En este momento me encuentro enfrascada en una relación bastante seria con un futbolista de primera división de la selección nacional de mi país (México); pero no revelaré su nombre por temor a que alguien lo reclame como propio o me indique el nombre de alguna pretendida novia.


2.- Me gusta el frío, mucho. Será porque la piel pegajosa me causa desesperación, aparte la ropa de invierno es verdaderamente linda.


3.- No sé hasta qué punto pueda parecer obsesivo, pero debo confesar que me molesta que, cuando pago una compra en alguna tienda o supermercado, me entreguen el cambio colocando sobre mi mano un billete, o billetes, y sobre ellos las monedas. Es muy incómodo, porque complica guardarlo. Y no sé que hacer, y debo dejar cualquier cosa que ocupe mis manos para pasar las monedas a una mano y el billete en la otra, y después proceder a guardar todo en orden. Temo parecer obsesiva, pero no puedo evitarlo.


4.- Soy una mujer escéptica que consulta los horóscopos de pasadita en los puestos de revistas. Ah! También lanzo preguntas al tarot por Internet, y aunque me da un poco de risa porque soy “escéptica”, siempre me pone nerviosa la respuesta de las cartas.


5.- Prefiero la ciudad que el campo; el concreto que el agua cristalina de un río maravilloso.


6.- Me encantan las sobremesas.


7.- Odio escuchar el timbre de un teléfono que no es contestado con prontitud. Sobre todo cuando me encuentro consultando algún problema en el banco y el teléfono suena y suena al lado del ejecutivo que, por atender mi problema, hace caso omiso su llamado.


8.- Me gusta el café y los chocolates, juntos o por separado

A Sofía le ha parecido una locura lo que hemos platicado por la mañana en el café. Se lo he dicho, lo hice, le dije: ahora vivimos, los dos, de agua. Lo que más necesitamos ahora, es agua y un poco de abono. ¿Sabes? Sofía podrá creer lo que quiera, lo que quiera, al fin eso es lo que hacemos todos. Tú y yo sabemos que la felicidad se encuentra entre las gotas de agua que derrama mi buena voluntad y el amor que nace de tus pétalos. Esa convicción es lo único que necesito para mandar al carajo a Sofía; para salir a diario al pozo y calentar la habitación con aire artificial. Ahora vivimos, los dos, de mi buena voluntad; de la voluntad de mis manos que derraman las gotitas que harán crecer, día a día, cada vez más pétalos rojos, pétalos rojos como corazones.

¿Porqué no me habías dicho que estabas en las estrellas?

Fotografía: Al Magnus

E dice:

soñaría que soy militar y te veo por la ventana

E dice:
mira, te cuento mi sueño?

A dice:
siii

A dice:
cuéntamelo

E dice:
ok

E dice:
yo soy militar

E dice:
y te veo pasar todos los días

E dice:
y te veo y te veo

E dice:
y pienso

E dice:
que niña más linda

A dice:
ajá

E dice:
entonces...

E dice:
una noche que estoy de guardia

E dice:
prendo un cigarro

A dice:
y?

E dice:
y te miro

A dice:
y?

E dice:
por tu ventana

A dice:
y?

E dice:
y me animo a saludarte con la mano

E dice:
tú te asustas y cierras la cortina

A dice:
y que pasa?

E dice:
pero yo sigo mirando

E dice:
y luego te veo otra vez

E dice:
asomándote

E dice:
y te vuelvo a saludar

E dice:
es de noche

E dice:
está solo

E dice:
yo estoy solo

A dice:
y?

E dice:
entonces con señas te invito un cigarro

E dice:
y tú cierras la cortina de nuevo

A dice:
mmm

E dice:
el tiempo pasa y yo pienso que ya no te asomarás

E dice:
pero

E dice:
de repente…

E dice:
sales

E dice:
de tu casa

A dice:
que???????

A dice:
que atrevida

E dice:
sí

E dice:
así son los sueños

A dice:
y???

A dice:
que pasa luego?

E dice:
bueno, entonces me aceptas un cigarro

E dice:
y te lo enciendo

E dice:
no hablamos

E dice:
está oscuro y yo te toco el cabello

E dice:
y te beso

E dice:
y tu cierras los ojos

A dice:
ajá

E dice:
y entonces te abrazo, fuerte

A dice:
y … me voy?

E dice:
y tú te dejas abrazar

E dice:
no

E dice:
no te vas aún

A dice:
entonces?

E dice:
entonces nos tocamos

E dice:
al fin nadie nos ve

A dice:
pues si

E dice:
y bueno

E dice:
nos quitamos la ropa

dice:
nooooooooo

E dice:
ja ja ja ja

A dice:
ja ja ja ja ja

E dice:
y entonces tú corres a tu casa gritando nooooooooooooooo

A dice:
ja ja ja ja ja ja ja

E dice:
y yo me quedo ahí solo

A dice:
sin cigarros

E dice:
fumando otro cigarro

A dice:
ah

A dice:
bueno

A dice:
de menos

E dice:
así es el sueño

A dice:
que hermoso

E dice:
sí

E dice:
está lleno de suspenso

A dice:
mucho suspenso

E dice:
sexo no mucho

A dice:
no

A dice:
pero asi es más bonito

E dice:
así son los sueños

A dice:
si

A dice:
asi son

E dice:
uno no los domina

A dice:
no

E dice:
es al revés

A dice:
si

A dice:
me encantó ese sueño

E dice:
fue un buen sueño de un sueño

03:51 p.m.


Los restos de pollo yacían devorados en el platón. Las copas de vino, medio llenas, agonizaban a la par de esa hora que estaba por morir. Entre sorbos de vino y bocanadas de cigarro pasaban lentos los minutos.



-¿Has violado alguna vez el reglamento de vialidad? Dicen que si lo haces, en ese mismo instante, se abre una puerta del auto y tú, acérrimo violador de reglamentos, sales rodando sobre el concreto. Bueno, al menos eso me dijeron en el departamento de tránsito. Me parece que está escrito en el libro de la vida.

-El gran libro de la vida. Nadie lo ha visto jamás.

-Estoy temeroso. Anoche, de regreso de casa de Ana, olvidé por completo la existencia del gran libro de la vida y me pasé la luz roja. No había más autos, la calle estaba desierta, y decidí hacerlo. Nadie pudo observar mi delito. Las cuatro puertas del auto permanecieron cerradas. Tal vez el gran libro de la vida esté esperando el momento indicado para lanzarme desde el auto, quizá está aguardando a que me acerque a un lugar en verdad riesgoso.

-O quizá te haya condonado.

-¿Y porque lo haría? Soy un violador de reglamentos, merezco el castigo.

-No lo sé. Pásame los cigarros, ¿quieres café?

-Voy a rodear la barranca hoy que voy a trabajar.

-Y las glorietas.

-O mejor dejo el auto aquí y me voy en el transporte colectivo.


A las cinco con cuarenta minutos, se registró uno de los accidentes más graves en lo que va del año. Un microbús cayó diez metros en la barranca del callejón del órgano. La tragedia ha sido calificada como un hecho insólito, ya que solo hubo un muerto. Un hombre de aproximadamente cuarenta años, salió del vehículo por la puerta trasera, la cual se abrió inesperadamente durante la caída.

Fotografía: Stefano Bernardoni