Monday, July 07, 2008

De la venganza de los oficinistas




- González ¿quién está a cargo de este proyecto?
- Emm, este… creo que… Rodríguez señor…
- ¿Rodríguez? ¿Estás seguro?
- Emm, este… bueno señor, creo, es que la verdad es que…
- González, ¿sabes o no sabes quién está a cargo del proyecto dentro del cual estás trabajando?
- Señor, lo que pasa es que cuando nos asignó a un encargado, éste llegó diez minutos tarde el primer día, venía de fuera, ¿recuerda? Llegó tarde porque el avión se retrasó unos minutos en Colombia por las cuestiones del clima y usted lo despidió. Entonces… mencionó que Rodríguez, pero aún no lo ha hecho oficial, por eso…
- González, ¿sabes o no sabes quién está a cargo del proyecto que les asigné a ti y a tus compañeros de área? A mí me importan un carajo los formalismos, si mencioné a Rodríguez “sin hacerlo oficial” es porque él es el encargado y así será hasta el momento en el que yo desdiga lo dicho. ¿Estamos?
- Sí, claro señor, tan claro como el agua.
- Y entonces ¿dónde está Rodríguez?
- Emm, pues… salió, creo…
- ¿Que a ti nadie te enseñó a dejar de “creer” y a prestar atención a lo que sucede a tu alrededor? González, ya no eres un crío…
- Señor, Rodríguez salió a comer… no tarda en regresar.
- ¿A comer? ¿Una hora después de la hora “oficial” de comida?
- Señor, es que Rodríguez llamó en la mañana explicando que había tenido un contratiempo y que llegaría tarde una hora, le explicó a usted y usted mismo le otorgó el permiso. Trabajó hasta terminar la presentación del proyecto pero se tardó y no pudo salir a comer a la misma hora que los demás.
- Ah, está bien, cuando regrese le explicas que yo le permití llegar una hora tarde, pero que no le dije, en ningún momento, que podía salir a comer fuera del horario. Le dices por favor que pase a mi oficina a firmar su renuncia ¿está bien?
- ¡Pero señor!
- Y si tienes algún inconveniente puedes pasar tú también.
- No señor, está bien, yo le digo.

El jefe salió de la oficina, cerró la puerta tras de sí y entonces González dio un puñetazo a la pared y se jaló el cabello. Se tapó la cara y apretó los ojos con las manos. Respiraba agitado e intentaba contener un grito que tenía como pegado en la boca del estómago. Volvió a jalarse el cabello y luego aventó el lapicero de plástico contra el sillón de piel; lo hizo así para no hacer ruido y a la vez desquitar parte de la ira que se había apoderado de él. Ese jefe suyo era una patada en los testículos; una verdadera mentada de madre; una grosería. Y Rodríguez era su mejor amigo, y ahora sería él quien tendría que informarle que se había quedado sin trabajo, justo ahora que su hija estaba gravemente enferma en el hospital. ¡Justo ahora! Tomó el reloj que se encontraba sobre la impecable madera del escritorio y lo observó atentamente. Eran las 5:40 p.m. Dejó el reloj y se sentó en el sillón a esperar el regreso de su amigo.

Había pasado media hora cuando Rodríguez entró tranquilamente a la oficina mascando un chicle de menta, pues había degustado una deliciosa sopa de cebolla con pan de ajo, y se sentó en la silla giratoria. González se encontraba de frente a él, y con los ojos enrojecidos lo miraba fijamente.

- ¿Qué te pasa? Pareciera que te acaba de dejar tu mujer o algo así… ¿sucedió algo mientras estuve ausente? ¿Qué pasa viejo?
- ¿Que qué pasa? ¡Que el hijo de puta de tu jefe te va a dejar sin trabajo! ¡eso es lo que pasa!
- ¿Pero qué estás diciendo González?
- ¿Que qué estoy diciendo? Que el jefe te va a dar una patada en el trasero hoy y te va a mandar a tu casa, así sin más ni más, eso es lo que estoy diciendo Rodríguez, eso justamente ¿está claro?
- Pero… ¿porqué? ¿qué hice?
- Nada, no hiciste absolutamente nada, sólo salir a comer una hora más tarde. Y ahora eres un desempleado jodido injustamente por la vida…
- No puede ser, debe haber un error, yo le expliqué…
- Si, tú le explicaste, y tus explicaciones se las metió él por el trasero. Te está esperando en su oficina con tu renuncia.
- Ay, pero eso no puede ser, ¡no ahora!
- Así es, no puede ser, y no va a ser si nosotros no se lo permitimos…

Y entonces a González se le enrojecieron un poco más los ojos mientras bajaba la voz para empezar a hablar en secreto. Se acercó a Rodríguez, mirando a un lado y a otro, verificando que las paredes no estuvieran prestando atención, y le habló un poco con rodeos.

- Okey Rodríguez, tú y yo sabemos que no puedes perder tu trabajo, al menos no ahora que tu nena está tan enferma. Pero eso no va a pasar, si nosotros lo impedimos…
- ¿Pero cómo?
- Pues… debe ser algo definitivo, sin rastros ni huellas…

Y los ojos de González se volvieron dos aros de fuego. Se acercó a Rodríguez aún más, casi rozando su nariz con la de su amigo; y lo tomó fuertemente por la nuca, pegando frente con frente:

- ¡Matémoslo!

Rodríguez se separó abruptamente de su amigo, sintió miedo; dio tres pasos hacia atrás y luego preguntó:

- Estás de broma ¿verdad?
- No, no es broma, mírame bien hermano, no estoy de broma. Quiero que lo pienses por un minuto: ese hijo de puta merece morir, y no sólo morir, sino hacerlo violentamente. Piénsalo, tiene años humillando a quien se le pone enfrente, despide a los empleados sin razón alguna, y dicen que a Magda, la recepcionista anterior, la despidió porque no quiso salir con él, ni acostarse con él, es un cerdo. Y si no le ponemos un “hasta aquí”, va a seguir haciendo de las suyas…
- Pero matarlo…
- No debemos dejar rastros, hay que ser muy cuidadosos…

Y en este momento González se acercó a la ventana y entreabrió las persianas con sus dedos. Se asomó por una pequeña rendija y, como viendo al horizonte, con la mirada perdida en pensamientos macabros y sanguinolentos, asintió con la cabeza mientras decía entre dientes y para sus adentros: no sólo morir, sino hacerlo violentamente… Tomó un lápiz del escritorio y trazó unos garabatos en una hoja de papel, era el boceto del plan.

- Hay que planearlo bien. Por lo pronto tú no vayas a su oficina, no firmes nada; mañana, a esta hora, su oficina le abrirá las puertas a un nuevo jefe.
- Pero… no estoy seguro de lo que me estás proponiendo, yo no tengo la sangre fría. A mí la sangre me da vértigo…
- No te preocupes, tú sólo coopera con tu silencio y con otras cosas más… no te mancharás las manos con sangre. Eso déjamelo a mí y a Pérez, porque seguro que Pérez también accede. Mira…

Y siguió trazando líneas en la hoja de papel.

- Mañana, cuando el fanfarrón ese llegue a trabajar, yo lo estaré esperando en su oficina. Llegaré muy temprano para que nadie vea que estoy ahí dentro, y me esconderé detrás de la puerta; cuando estemos solos, lo golpeo en la cabeza con uno de sus palos de golf. Su oficina tiene una puerta que da a su jardín personal, así que por ahí lo podemos sacar. Cuando esté en el piso, inconsciente, te marco al celular para que entretengas a Cuquis; invítala a salir o algo, y yo mientras tanto, lo sacaré de ahí. Afuera puede estar Pérez, te digo que estoy seguro de que él cooperará, me enteré que a él, de castigo, le bajó el sueldo a la mitad durante un mes, simplemente por no haberle dicho “señor” al saludarlo, ¡tamaño hijo de la chingada! Así que Pérez me puede estar esperando con un hacha y su auto. Nos lo llevamos a la casa de Pérez, al sótano, y ahí, ya que despierte, lo partimos en pedazos. Pérez puede hacer éste trabajo, durante toda su infancia y juventud laboró en una carnicería. Luego lo quemamos y ¡listo!

La quijada de Rodríguez temblaba, pero ya no sabía si era el miedo o el valor lo que le provocaba tal efecto, pues estaba decidido a colaborar. Pensaba en su nena enferma y su quijada temblaba aún más. Los oficinistas se abrazaron; y sus trajes gris y negro se combinaron en medio de un pacto casi, casi, de sangre. Había muchos detalles que ajustar, muchos asuntos que arreglar antes del gran suceso. Salieron de la oficina y se dirigieron a donde se encontraba Pérez. Pasaron frente a la oficina del jefe; Rodríguez encendió un cigarrillo y le dio una intensa fumada, luego lo pasó a González quien, después de fumar, lo lanzó encendido a la alfombra. Cuquis, de prisa, se levantó de su escritorio y apagó la incendiaria colilla. Lo que ella no sabía, es que aquel fuego no se apagaría tan fácilmente, pues se necesitaban litros de sangre para hacerlo.

Fotografía: Eugenio Recuenco

Noemí Mejorada at 11:05 PM

25comments

25 Comments

at 12:11 AM Blogger sirako said...

caray, y con el miedo que me dan las oficinas.

ahora no me paro por ahí ni de loco.

 
at 7:27 AM Blogger Vala Sailhin said...

mhm, ay mujer tú nada más dandome buenas ideas!!...ja, ay que ganas de tener el temple del González ese porque al hijo (a)de puta por matar ya lo tengo, ja ja!!... La vida adulta enseña estas historias!!...Tristes adultos, verdad?-.

En fin, y cuenta pues, continuará??...Es necesario saber si el plan funcionó, "La reivindicación de TODOS los empleados del mundo" :(

Mi NF
TE quiero, besos

 
at 4:04 PM Blogger Noemí Mejorada said...

Hola guapo y guapa!

Siraki: jajaja, tienes razón, no entres nunca, uno nunca sabe con qué clase de loco explotado y resentido se puede topar... mejor no arriesgarse...

besito!!!

The galactic: Pos nomás di cuando y yo soy materia dispuesta... mira chula, le pido el hacha a mi papá y esa mujercita es cosa del pasado!!! ay siiii, andaleee... si???? que padreeee...

;)

te quieroooooooooooow!

 
at 12:49 AM Blogger Mr. Absinthe said...

yo por eso no fumo cuando entierro a mis victimas

 
at 7:51 AM Blogger Samantha said...

Esta noche prenderé un cirio bendito por González y por Rodríguez, son mis nuevos anti héroes, los amo y deseo con todo mi corazón que culminen su macabro plan sin inconvenientes, no hay nada más destestable que los jefes para los que su hambre de poder es proporcional a su nivel de pendejez.

Besitos hermosa, este también es de mis cuentos favoritos. :) I love You

 
at 3:55 PM Blogger · said...

Ya picado y despelljado yo lo cocinaba para el comedor de empleados. La sangre apaciguaría la flama y la carne saciaría el hambre de justicia.

Qué bueno que no trabajo en oficinas, ahí la locura aborda a la minima provocación.

(Gracias por la recomendación músical :-)

Un gusto pasar por aquí... saludos!

 
at 4:56 PM Blogger Noemí Mejorada said...

MR. Absinthe: A... tus victimas???

:(

que miedooo!

cuántas van????

:(

Pami: Y nomás deja que ese jefe tuyo te vuelva a castigar el internet y no la cuenta..

;)

ñaca, ñaca...

Raúl Ernesto: eso si que sería la gloria, con salecita y pimienta... jajaja!!!

El gusto es mío... siempre...

un abrazo!!!

 
at 5:20 PM Blogger Unknown said...

Coming soon!!!!!!


Saludos rota. Siempre un placer leerla.

 
at 7:23 AM Blogger Noemí Mejorada said...

Snobground: musicalízame el bloooooooooog!!!

;)

 
at 8:30 AM Blogger cervantes said...

... no por dios..

esta bien que el desempleo en mexico este cabron pero por diosss !!!...

estos dos estan locos rota !!

bueno pero que lo matan o no lo matan.. ya con la colilla se condenaron los peritos.. son la onda pa eso de la investigacion..

y si los llamaron de alguna serie gringa olvidate les pueden deci hasta cuan rojos se pusieron sus ojos.. ajjaja.

un abrazo rotita !!

:)

 
at 8:46 AM Blogger Pete...! said...

-Mejorada ¿quién está a cargo de este blog? Responda...

jajaja nha ya en serio, yo tengo una amiga especialista en reventarle el ego a los jefes payasos. Se fija muy bien en cualquier defectito que tengan y hasta en las llamadas que hacen y cuando la quieren regañar por alguna razón, les suelta toda la retahíla de cosas guardadas (y hasta se mete con su vida familiar). Jajaja, ya los he visto a ellos rogándoles paz.

Pero estos dos me tienen en vilo y me muero por saber lo que harán, espero lo podamos saber. Saludos y abrazos Mimí!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!

:D

 
at 10:08 AM Blogger Noemí Mejorada said...

Ademyr: sii, esos gringos son los mejores investigadores que hay en todo el planeta. Espero que estos dos sean lo suficientemente listos como para no dejarse atrapar... bueno, eso si logran llevar a cabo su plan...

Abrazo!

Citizen: Yooo, yo señor!!! jajaja, ay que chistoso, "Mejorada" pues si, yo estoy a cargo...

;)

Oye, que bien lo de tu amigaa, yo quisiera ser así, ella sí que es vengadora de todos los empleados del mundo, esta chido... jajaja...

Igual abrazo para ti!!! :D

 
at 11:04 PM Blogger Juan Carlos Gutiérrez Mercado said...

Mimí, Mimí, Mimí!!!

Disculpame la expresión, pero sin duda la ocasión lo amerita: ¡No mames! ¡Que cuento tan chingón!

Ese final es demoledor, es profundo, es intenso, es simple y llanamente perfecto.

¡Me rindo a tus pies! (Hasta se me quito el sueño del entusiasmo, ya había preparado la piyama antes de leerte).

Sólo cambiaría algo en el momento en que Rodríguez y González se abrazan, pues el efecto de lo crómatico entre el gris, el negro y el rojo de la sangre no queda tan logrado, pero en honor a la verdad es una minucia, comparado con tu talento. Mimí!!!!

Qué cuento tan chingón!!!

Jc

 
at 11:07 PM Blogger Juan Carlos Gutiérrez Mercado said...

P.d Con la emoción olvidé dejar unos cuantos besos y abrazos para ti.

Me encantas! Eres la super onda!

Jc

 
at 11:14 PM Blogger Noemí Mejorada said...

Jajaja, sabes que? yo también lo sentí así, lo del efecto de lo cromático. Y pensé en arreglarlo, y creí que el abrazo daba para más, pero no se porque lo dejé así. Voy a intentar darle más fuerza, espero lograrlo!!!

:)

Muchas gracias por tu comentario, para mí es muy valiosa la crítica. Eres la super onda también! Y gracias por venir también! me da gusto que digas groserías, pues asi no me siento la única mal hablada... ( aunque trato de disimularlo, se me sale en los cuentos, y lo peor es que me gustaaaa) jeje!!!

Gracias también por los besos y abrazos; sabes que van igual de regreso...

 
at 10:36 PM Blogger Unknown said...

ayyyy weyyy, pero qué chida lectura me acabo de aventar, jejeje, saludos rota!!!

 
at 10:12 AM Blogger Noemí Mejorada said...

Opppp! el desaparecido! un gusto Mr. Cougar!!! que bien que vino!

;)

saludos!

 
at 7:29 PM Anonymous Anonymous said...

la neta siiii, me encantó, buenísima,justo lo que estaba esperando hermana lela, jajajaja!!!!
quiero otro, ya que ultimamente andas gore, jaja!
beso! muack!

 
at 12:21 AM Blogger Noemí Mejorada said...

Aimeé: más goreee?? ok...

:)

sólo por tiiiiiiiiiiiiiiiiiiii!

;)

 
at 9:18 AM Blogger Vala Sailhin said...

Estaba yo cargando con las ganas de quejarme, y pensé: dònde???...y llego aquí y vengo a quejarme!

Odio, odio, odio las oficinas.
Odio, odio, odio a las autoridades bipolares.
Odio, odio, odio acabar con miles de arbolitos mientras imprimo e imprimo.
Odio, odio, odio que el café a veces te ponga nerviosa en lugar de quitar el sueño
Odio, odio, odio la vida de 9 a 1
Y...sobre todo...
Me odio por no sólo no saber decir que no a las reuniones los martes, sino proponerlas y prolongarlas...
Sí,sí...no lo vuelvo a hacer!! :(

Te quiero Rota...y disculpa este episodio de histeria...

 
at 10:40 AM Blogger Kiddo said...

El final esta perfecto y no necesita continuación, esa es la magia de los cuentos, te dejan pensando un buen de madres y al final tienes todas las opciones para barajar y darle gusto a tu imaginación.
Lo que si es que te falto un López, en todas las oficinas del mundo, bueno, ejem, ejem,de México, hay un López, jajajajajaja.

 
at 1:58 PM Blogger Noemí Mejorada said...

Galáctica del espacio: jaja, pero es que con esa jefa tuya, cómo no vas a odiar hasta el café que tan delicioso placer proporcionaaaaa... esa bruja, cara de plástico...

Pero ya verás, un buen día se le va a atorar a ella el café matutino en la garganta, y te va a tener que pedir ayuda a TIIII.. ya tú decidirás chula, si hacerle como González o no...

:)

Kiddo: López... ah, si, pero tiene que ser un lambiscón, a eso me suenan los López de oficina... mejor no lo metemos al cuento, porque capaz que, si se entera del macabro plan, por tal de quedar bien conel jefe, delata a los compañeros revolucionarios...

Un abrazo! muchas gracias por tus comentarios... se agradece la visita y el tiempo...

:)

 
at 12:11 PM Blogger Pável said...

Al día siguiente, los teléfonos sonaron más que de costumbre, las máquinas cafeteras no se dieron abasto, las computadoras zumbaban, imitando a la perfección el murmurar de los empleados, ocupados en el arte del chisme de pasillo.

 
at 10:42 AM Anonymous Anonymous said...

Holaaa, di por casualidad con tu blog (muy bueno en realidad) Diapsss... yo tmb le temo a las oficinas (trabajo en el gobierno) y peor... tmb soy "hija del Verbo Encarnado"

Cuidate, seguiré leyéndote

 
at 12:50 PM Blogger Noemí Mejorada said...

Otra hija del verbo enarnado??? no puede ser??? jaja, que chistoso... pos quien eres???

Y si, a las oficinas les tememos todos, huelen a trabajo... jajaja...

Que bien que hayas venido, espero recibir más visitas tuyas...

:)

abrazo!!!

 

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