Saturday, October 11, 2008

Alba



En complicidad con mis historias, Pável escribió una variación interesantísima acerca de las "Historias de la otredad humana"... ¡Aquí está! léanla, es una maravilla...

Las llaves, una vez más, volvieron a olvidársele adentro. Cerrada como los ojos de los que se niegan a mirar su realidad, la puerta de Alba le negó el paso, envalentonada por sus 6 centímetros de espesor metálico.

Hacía ya media hora desde que, con más whisky en el estómago que ideas claras en la cabeza, la chica de las zapatillas color de mora agotó sus reservas de cigarros. Buscó en las bolsas de chamarras, de pantalones sucios y lo sumó a lo que había en el buró hasta completar lo necesario para comprar dos cajetillas: no se arriesgaría a que se le terminaran una vez más.

Cuando estuvo ya de vuelta en casa, se dio cuenta de que había olvidado las llaves adentro y no tenía manera de entrar. Se pendejeó, gruñó, pateleó, pero el Sésamo de la calle Ocaso no se conmovió y Alba Babá se quedó afuera con todo y sus cuarenta cigarros.

Clavó los ojos en su reloj, o intentó hacerlo, sólo para darse cuenta de que lo había olvidado sobre el lavabo cuando se lo quitó para lavarse las manos. No repetiría el error de volverlo a mojar; una sola ducha con él y el aparato se detuvo, a pesar de la leyenda de Water Resistant que se leía en la carátula.

- Pinches porquerías chinas.

Y con estas palabras, un hilo de vapor se filtró desde su garganta hasta el aire de la madrugada agonizante, mientras su figura menuda se mimetizaba con la banqueta, confirmando que a las 5 de la mañana todas las Albas son pardas.

En otros momentos se habría recriminado por ese pensamiento xenofóbico, al final los chinos le eran simpáticos, pero ahora era demasiado tarde ¿o temprano? para andarse con afanes de yo-soy-la-más-buena-amo-al-mundo-y-soy-chica-green-peace.

Sacó una de las cajetillas de cigarros del bolsillo derecho del saco. El encendedor tampoco estaba, había decidido sumarse a la lista de ausentes junto con el reloj, las llaves y la creatividad que necesitaba para terminar el cuento que le exigían en la editorial como condición para firmar el contrato que había perseguido por años como perra de caza.

- Y ahora no eres más que una perra sin Casa, Albita de mi corazón. Jajajaja.

Había aprendido a reirse muy temprano de sí misma, no porque tuviese una enorme capacidad de autocrítica, sino por que en realidad había mucha tela de dónde cortar. Era una solterona, desempleada y freak, olvidada por el mundo y sólo amada por esa bola de amigos también freaks que la adoraban hasta la locura, pero que ahora no le servían de nada porque seguro estarían tan pasados de mota que al escucharla llamar, seguro creerían que era una flor psicodélica del más allá y la ignorarían.

Tomó un cigarrillo, le partió la piel en dos. Al tabaco lo sopló al viento como hacía de niña con los dientes de león, al papel lo convirtió en un avioncito de papel y lo arrojó también a su destino aéreo. Se rió otra vez, un nuevo listón de vapor le coronó la cara.

Seguía sin idea de lo que escribiría para la editorial, pero en ese momento no importaba. No importaba porque estaba feliz: en un destello de lucidez recordó que hacía dos semanas atrás, harta de sus olvidos, había enterrado tres copias de sus llaves junto a las violetas de la entrada. Rascó y le dolieron los dedos por tener las uñas mordidas hasta la raíz, rascó y no importó el dolor, rascó y trinunfó, porque una llave amarilla emergió de entre las tripas de la tierra.

La tomó entre los dedos, le sopló para quitarle la tierra como hiciera con el tabaco y los dientes de león. Un par de golpes de pulmón y apareció el grabado que era la marca de las llaves, y que era también su marca desde niña, desde siempre: Alba.

Cuento escrito por Pável, maestro del ingenio y de la complementación... Un agradecimiento!

Noemí Mejorada at 11:31 AM

1comments

1 Comments

at 6:32 AM Blogger Samantha said...

Definitivamente es una variación impresionante, de verdad impresionante, jajajaja, no cabe duda, ¿le saben algo o le hablan al tanteo?, jajajajaja :D

Besitos¡¡¡

 

Post a Comment